Lamento no estar de acuerdo con mi hermano: The Black Crowes ofrecieron un concierto soberbio en el octavo Azkena Rock Festival.
Sobre el escenario dedicado al difunto Lux Interior, el grupo de los hermanos Chris y Rich Robinson, ampliado con dos coristas negras, apostó por las texturas soul de su segundo álbum, The Southern Harmony and Musical Companion, y por contentar a quienes consideran Shake your money maker, su estreno discográfico, su mejor entrega. El nuevo guitarrista, hacha de North Mississippi Allstars, se lució, y cuantos allí estuvimos pudimos asistir al que quizá fue el mejor concierto que ha programado la muestra rockera vitoriana en sus ocho ediciones. Como lo están leyendo.
La fiesta arrancó a lo grande con "Sting me", siguió con "Twice as hard" y no decayó ni tan siquiera cuando, a la tercera, sonó "Goodbye daughters of the revolution", la pieza más vistosa de su última entrega. "Soul singing", "Oh Josephine", "Thorn in my pride", "She talks to angels" y "Remedy" estuvieron también incluidas en un repertorio excelente en el que no faltaron desarrollos propios de una jam band, guiños sureños, ni la distorsión psicodélica que procuró a los Robinson fama de hippies.
Cómo no, Chris hizo gala de excelente voz en piezas como "Sister luck", movimos la cadera con rocanroles como "Jealous again" y hasta presumimos de saber inglés al cantar el "Hard to handle" de Otis Redding. Tampoco hacía tanto frío esa noche. Quizá por eso los cuervos volaron alto. Créanme.
Estoy con vos.
ResponderEliminarSalud.
Exacto,y para mi gusto el set list casi insuperable.
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