Donostia (29 de octubre, Gazteszena, con Santiago Delgado & Los Runaway Lovers); Santoña (30, Tropicana Club, con The Urges)
El incombustible Andre Williams vuelve a los escenarios europeos, con una vida que forma del rock and roll desde que nació a finales del año 1936 en Alabama. Huérfano desde niño, criado entre las faldas de sus tías, no tardó en moverse hacia Chicago, donde hizo sus pinitos como cantante en un coro de iglesia. Se alistó en el ejercito, de ese periodo las malas lenguas dicen que lo pasó entre barrotes al falsificar su carnet de identidad, mientras que empezaba a poner voces en grupos vocales como Cavaliers o Five Thrills, antes de moverse a la ciudad del motor.
En Detroit este crápula hace amistad con los dirigentes de Fortune Records, que le facilitan tener un contrato con dicho sello para su banda, The 5 Dollars. Corría el año 1955 y el rock and roll estaba en plena efervescencia. De aquellos primeros años en la industria quedaron una buen puñado de singles y algún intento de éxito como ese “Bacon Fat” que llegó al numero 9 en el Billboard; tema que también le daría quebraderos de cabeza, a la vez innovaba en la forma adelantándose unos cuantos años al rap, una manera de cantar donde Mr Rhythm era mirado con desconfianza por sus propios músicos y los capos de Fortune Records.
A principios de la década de los 60, el propio Berry Gordy ayuda a Andre y lo mueve por las oficinas de esa fabrica de éxitos que fue la Motown, codeándose con el pequeño Stevie Wonder o Mary Wells. Cinco años de amor y odio entre Berry y Andre que se saldan con un puñado de colaboraciones antes de que nuestro hombre se fuera de nuevo a Chicago y fichara por Chess/Checker, dejando trallazos de R&B como “Cadillac Jack”. Toda esta época está perfectamente recopilada por Vampisoul en ese imprescindible disco titulado “Movin’ on with….”.
En las décadas de los 60’s y los 70’s siguió moviendo su delgado cuerpo entre el soul, el funk y cualquier mujer que se cruzara en su camino aderezada con cualquier sustancia que llevarse al cuerpo, lo que propicia que en la década de los 80’s la calle sea su casa y una pipa de crack el único asidero para un tipo que había puesto su talento al servicio de nombres de primera línea, como Edwin Star, Ike y Tina Turner.
A mediados de los 90’s es recuperado de las calles por la gente de Norton Records, que le llevan a Queens y le ponen de nuevo en el sitio que se merece, grabando un puñado de discos en estos últimos 15 años y venerado por rockers con cosas que decir, como Jon Spencer, Mick Collins o el mismísimo Lux Interior, que llegó a decir que Andre Williams hacía que Little Richard sonara como Pat Boone.
Su último disco se titula “That all I need”, y en él cuenta con la ayuda de sangre joven de respetados músicos de la ciudad del motor que se mueven con bandas como Witches, Sights, Dirtbombs o Electric Six. Diez temas donde este padrino del soul sigue sobreviviendo a sus vicios y creando temas de tonelaje rock (“America”) o susurros desde el callejón del rock and roll que frecuentaba Lou Reed en el tema que da título al disco, “That’s all I need”. Mientras este septuagenario recita frases como “A banana colored woman / an orange Cadillac / a pea green suit / and pocketful of $100 bills”, el perezoso ritmo de guitarras que se mueven entre el soul y la psicodelia de “My time will come”, o la hipnótica “Tricks”, son un adelanto plastificado de lo que Mr Rhythm nos presentara en su gira.
(texto de Oscarkotj facilitado por Pepe I Wanna)
No hay comentarios:
Publicar un comentario