martes, 4 de noviembre de 2008

Deadstring Brothers. Ragtops y cerveza fria

(Barcelona, Valencia, Madrid, Oñati, Castellón)

El corazón de los Deadstring Brothers late al ritmo del más puro rock and roll. Simple y directo. Levantado sobre los sólidos cimientos del blues, country-rock y soul, consiguen un sonido totalmente fresco a la par que reconocible. Es todo ragtops y cerveza fria, tallos y semillas, vinilos gatefold y novias con estrechos vaqueros acampanados. Te los puedes imaginar andando en pandilla por Carnaby Street en el Londres de finales de los 60, tomando el escenario del Cobo Hall en el Detroit Rock City de los 70 o sudando la gota gorda en una sesión de estudio en el Muscle Shoals. Si las radioformulas pincharan a los Deadstring Brothers, no tendrían que llamarlo rock clásico, lo llamarían rock a secas. Todavía está aquí y suena mejor que nunca.

La música de esta banda está profundamente arraigada en las tradiciones tipo Hank Williams, Johnny Cash y el Outlaw Movement, pero también se encuentran estructuras y la "agresión subestimada” comúnmente asociada con Detroit en sus canciones. Sus melodías encantadas revelan la influencia de iconos de los 70 como Gram Parsons y The Band, mientras que la voz tira más a influencias de Jeff Buckley, Leonard Cohen o Nick Cave, un todo que trae también a la memoria a The Black Crowes. Liderados por el guitarrista/vocalista y mago del estudio Kurt Marschke, el resto del grupo lo componen Masha, que tiene la energía de una Tina Turner adolescente, y un grupo de ingleses cuyo amor por los Faces y los Stones más clásicos se junta con una gran técnica que les hace grandes músicos. Su último disco es Silver Mountain (Bloodshot Records), una invocación cubierta de rocío, dulcemente pegajosa, del incendiario rock & roll y rhythm & blues de décadas pasadas. Alegre y crudo, travieso y febril, así es como suena una banda que se encuentra a sí misma.

(texto facilitado por Luis Herrera)

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